La Nouvelle Vague: ¿qué es la Nueva Ola del cine francés?

La Nouvelle Vague: ¿qué es la Nueva Ola del cine francés?

En lo que se refiere a las corrientes o movimientos más importantes en la historia del cine, pocos han sido tan determinantes como la Nueva Ola de Cine Francés, a veces mejor conocida como Nouvelle Vague. Tan relevante como el Neorrealismo italiano (o incluso más) para la transformación del cine de mediados del siglo XX, su influencia todavía puede verse al día de hoy.

Contrario al Realismo Poético que le precedió, se trata de un movimiento más unificado en sus intenciones estéticas, aunque fue casi igual de fugaz. Para finales de los 60, los intereses de los cineastas asociados con el movimiento se diversificaron, con Jean-Luc Godard incluso demostrando críticas a los principios de la Nueva Ola en su cine.

Es una compleja historia que aquí en Film Club Café trataremos de condensar en la forma de esta guía introductoria. Te contaremos los orígenes del movimiento, sus características y algunos directores clave (con recomendaciones de películas que podrás rentar para ver en casa con tu membresía para la videoteca).

¿QUÉ ES LA NOUVELLE VAGUE?

La Nouvelle Vague o Nueva Ola de cine francés fue un movimiento cinematográfico que emergió en Francia de la posguerra, específicamente, a finales de la década de 1950.

Su surgimiento está relacionado al de la “teoría de autor”, promovida por los críticos de cine de la revista Cahiers du Cinéma, varios de los cuales se convirtieron ellos mismos en directores de cine.

Impulsados por el teórico y crítico André Bazin (cofundador de la Cahiers) y por Henry Langlois (fundador de la Cinemateca Francesa), estos críticos rechazaban la tradición establecida en el cine francés, demasiado técnico y constreñido a adaptaciones poco imaginativas de clásicos literarios, cuyas narrativas, decían, eran “dictatoriales” y sometían al espectador a tramas rígidas. Esto fue criticado abiertamente por el crítico François Truffaut en el influyente ensayo Una cierta tendencia del cine francés (Une certaine tendance du cinéma français, 1954), que básicamente pasó a convertirse en el manifiesto de la Nueva Ola.

Los cineastas del movimiento, por lo tanto, favorecían la experimentación formal y temáticas frescas en la narrativa. Además, inspirados por la teoría de autor, sostenían que el cine era un medio de expresión como la literatura o la pintura, en la que podía Este espíritu contestatario hizo eco en el público joven de la época que, como ellos habían nacido en la década de 1930 y crecido durante la Segunda Guerra Mundial.

Aunque aún persiste el debate al respecto, se considera a El bello Sergio (Le Beau Serge, 1958) de Claude Chabrol es considerada la primera película de la Nouvelle Vague. Sin embargo, fue con Los 400 Golpes (Les quatre cents coups, 1959) y Sin aliento (À Bout de Souffle, 1960) de Jean-Luc Godard que el movimiento obtuvo atención internacional, expandiendo su influencia a varios rincones del mundo, tanto a cinematografías consolidadas como emergentes. No obstante, para finales de la década de 1960, el movimiento terminaría por dispersarse ante nuevas posturas estéticas e incluso políticas de los principales cineastas asociados a él.

¿CUÁLES SON SUS INFLUENCIAS Y CARACTERÍSTICAS?

Puede encontrarse un antecedente al espíritu de la Nueva Ola en el Realismo Poético. Más una tendencia que un movimiento unificado, surgió en la década de 1930 luego de que el quiebre de los estudios de cine franceses en la Gran Depresión, abrió el camino a cineastas independientes. Estas películas, con narrativas sobre la clase trabajadora e influencias de escritores como Émile Zola y León Tolstói, experimentaban con la estilización, filmando en locación con luz natural.

Por lo tanto, los principales directores del Realismo Poético, Jean Vigo y Jean Renoir, son considerados grandes influencias para los cineastas de la Nouvelle Vague. Otra influencia fundamental fue la del cineasta y antropólogo Jean Rouch, uno de los fundadores del Cinéma vérité que, a lo largo de su obra, desdibujó las fronteras entre ficción y documental.

Es importante señalar que los cineastas de la Nouvelle Vague comenzaron en su mayoría como críticos de cine y, antes que eso incluso, eran cinéfilos, ávidos espectadores y estudiosos del cine. Las películas de Hollywood eran parte constante de su dieta, pero como suscriptores de la teoría de autor, promovían la legitimidad artística de los cineastas que consideraban como tal: John Ford, Alfred Hitchcock, Orson Welles, Howard Hawks y Nicholas Ray, entre otros pocos.

A pesar de su admiración por Hollywood, su abordaje técnico y estético era radicalmente distinto. Sus narrativas eran a menudo existencialistas, tocando temas como el individualismo y el absurdo de la existencia humana, aunque a menudo con ironía. Y sí, en muchos casos, con saludables dosis de referencias cinematográficas, empujando con fuerza al cine a través de las puertas de la posmodernidad.

Dado que eran, en principio, producciones independientes, estos cineastas se vieron orillados a experimentar en la técnica y en la forma. Elementos como el sonido directo, la filmación en locación con luz natural eran comunes, emulando el realismo proveído por el cine documental. Las películas de la Nouvelle Vague también empleaban recursos expresivos como el plano secuencia en proporciones sin precedentes (aunque inicialmente, ante los limitados recursos, utilizando herramientas como sillas de ruedas en vez de un dolly profesional).

Jean-Luc Godard dirige 'Sin aliento', una de las películas emblemáticas de la Nueva Ola Francesa (Nouvelle Vague)
Los cineastas de la Nueva Ola dirigían con pocos recursos, lo que los obligaba a innovar. El director Jean-Luc Godard (izquierda) empuja una silla con el fotógrafo Raoul Coutard en el rodaje de Sin alientio (Crédito: Les Films Impéria)

Una de las técnicas más populares de –y popularizada por– la Nueva Ola es el jump cut, un corte de edición repentino en medio del metraje, dentro de un mismo plano o entre dos muy similares, sin considerar la continuidad visual y temporal. Aunque cineastas como Godard lo emplearon por motivos prácticos (reducir la duración de una película, básicamente), pronto se volvió uno de los recursos expresivos clave del movimiento, hoy integrado al lenguaje cinematográfico.

CINEASTAS Y PELÍCULAS CLAVE

Dado que la Nueva Ola de cine francés fue un movimiento inicialmente organizado y delimitado, con integrantes definidos y prolíficos, abordarlo en su totalidad puede ser una tarea bastante demandante, por decir lo menos. Sin embargo, el consenso ampliamente aceptado es que los cineastas clave para empezar, son cuatro: Claude Chabrol, François Truffaut, Jean-Luc Godard y Éric Rohmer.

A continuación, te compartimos los títulos esenciales de cada uno, en orden cronológico:

  • Los primos (Dir. Claude Chabrol, 1959)
  • Los 400 golpes (Dir. François Truffaut, 1959)
  • Sin aliento (Dir. Jean-Luc Godard, 1960)
  • Una mujer es una mujer (Dir. Jean-Luc Godard, 1961)
  • Jules y Jim (Dir. François Truffaut, 1962)
  • Banda aparte (Dir. Jean-Luc Godard, 1963)
  • Pierrot el loco (Dir. Jean-Luc Godard, 1965)
  • Seis cuentos morales (Dir. Éric Rohmer, 1963-1972)

Todos estos títulos están disponibles en el catálogo de la videoteca del Film Club Café, accesibles para rentar en DVD con tu membresía.

¿QUÉ TIENE QUE VER LA NOUVELLE VAGUE CON LA RIVE GAUCHE?

Cabe hacer un paréntesis para mencionar a la Rive Gauche, término que se traduce como “orilla izquierda” (en referencia a la separación de París por el río Sena), y que alude a cineastas a menudo asociados con la Nueva Ola, distinguida por el mote de “orilla derecha”.

La asociación viene porque eran artistas contemporáneos y compartían el objetivo de crear un cine moderno. Sin embargo, los cineastas de la Rive Gauche no pertenecían a la Nouvelle Vague, técnicamente. Hay diferencias clave entre ambos grupos, inclusive.

Los cineastas de la Rive Gauche no eran un colectivo igualmente organizado alrededor del cine ni tan informados por él. En su lugar, veían al cine como otra forma de expresión afín a otras artes, como la literatura, la fotografía y la pintura, y sus películas eran más inspiradas por ellas que por la cinefilia de sus congéneres de la orilla derecha. Su postura política era de izquierda, también bebían de fuentes como la filosofía, y veían a la Nueva Ola como un tanto conformista.

Lo cual no quería decir que fueran grupos opositores, pues los cineastas de la Nouvelle Vague y los críticos de la Cahiers abogaban por el cine de la Rive Gauche, y varios incluso eran amigos.

Les fiancés du pont MacDonald
Agnès Varda (izquierda) dirige a Anna Karina (centro) y Jean-Luc Godard (derecha) en el corto de 1961 Les fiancés du pont MacDonald (Crédito: Criterion Collection)

Los cineastas clave de la Rive Gauche eran, en resumidas cuentas, Chris Marker, Alain Resnais, Agnès Varda y, según a quien se le pregunte, se incluye a Jacques Demy (esposo de Varda) en el grupo. Algunas películas clave:

  • La pointe courte (Dir. Agnès Varda, 1955)
  • Hiroshima mi amor (Dir. Alain Resnais, 1959)
  • Lola (Dir. Jacques Demy, 1961)
  • El año pasado en Marienbad (Dir. Alain Resnais, 1961)
  • Cléo de 5 a 7 (Dir. Agnès Varda, 1962)
  • El muelle (La Jetée, Dir. Chris Marker, 1962)
  • Los paraguas de Cherburgo (Dir. Jacques Demy, 1964)

Vale la pena considerar a la Rive Gauche, incluso, desde una postura reivindicativa. Mucha de la experimentación formal vista en la Nouvelle Vague ya era demostrada por Agnès Varda en La pointe courte, que precede a El bello Sergio de Chabrol por tres años, y a Los 400 golpes de Truffaut por cuatro. No obstante, sólo se exhibió en el Festival de Cannes de 1955 y en una función en París en 1956. Sería hasta el siglo XXI que recibiría su estreno comercial propiamente dicho, con distribución en DVD de Criterion Collection.

No obstante, el crítico e historiador Georges Sadoul la defendía como la “verdadera” primera película de la Nouvelle Vague.

DECLIVE, LEGADO E INFLUENCIA DE LA NUEVA OLA DE CINE FRANCÉS

A pesar de su profundo impacto en el lenguaje del cine de su tiempo, el fuego de la Nueva Ola de cine francés se extinguió relativamente rápido. A pesar de que todos sus integrantes tuvieron carreras largas y prolíficas, el movimiento ya se había dispersado hacia finales de la década de 1960.

Los motivos fueron varios. En principio, dichos cineastas diversificaron sus intereses estéticos, temáticos e incluso estéticos. Godard en particular viró hacia un cine marxista y más militante en aquella época (del que La Chinoise de 1967 es uno de los ejemplos más claros). Otros, como Rivette, se inclinaron más hacia la experimentación formal con películas como Céline y Julie van en barco (1972).

El creciente éxito de estos directores atrajo interés de productores con mayores recursos y, por consiguiente, mayor deseo de control creativo de su parte. Al mismo tiempo, y como sucede con todo, simplemente comenzó a pasar de moda. El público mostraba fatiga ante las narrativas y estilos del movimiento.

No obstante, el espíritu contestatario de la Nueva Ola Francesa inspiró, a su vez, otras nuevas olas en el mundo. Irán, Japón, Hong Kong e incluso México fueron cinematografías influenciadas por las técnicas y la política del movimiento francés.

Sin embargo, ninguna cinematografía parece más influenciada por él que la de Hollywood, que sufrió un fenómeno paralelo: los jóvenes nacidos durante la inmediata posguerra (los baby boomers) alcanzaron la mayoría de edad durante mediados de los 60, y las películas tradicionales no conectaban con ellos. Esto abrió la puerta al nacimiento del Nuevo Hollywood con películas como Bonnie y Clyde (1967), El graduado (1967) Easy Rider (1969) y cineastas como Roger Corman, que a su vez abrieron camino a directores como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese y Peter Bogdanovich, entre otros.

El legado de la Nouvelle Vague trasciende dichos movimientos y épocas, pues sus técnicas han sido asimiladas por el lenguaje cinematográfico posmoderno, y el cine actual no podría entenderse sin ellas. Basta con preguntarle a directores como Quentin Tarantino, Noah Baumbach, Michel Gondry y hasta al mexicano Alonso Ruizpalacios, por citar algunos ejemplos.

La Nueva Ola murió. Larga vida a la Nueva Ola.

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