Si eres seguidor de las series con tramas de complejas intrigas políticas, o eres un aficionado a la cultura del antiguo Japón (o ambas cosas), seguramente habrás oído hablar sobre Shōgun, la aclamada miniserie de ficción histórica. Eso si no es que la estás viendo ya.
Basada en la novela homónima de James Clavell (que ya tuvo otra adaptación televisiva en los 80), la serie ha sido comparada a Game of Thrones por su compleja trama, sus niveles de violencia en pantalla pero, sobre todo, por la verosimilitud cultural en su recreación de Japón en el periodo Edo (aproximadamente entre los siglos XVII y mediados del XIX), que marcó el establecimiento del shogunato.
Shōgun estrena su episodio final el 23 de abril de 2024. Si quieres seguir sumergiéndote en la historia de Japón, en Film Club Café te recomendamos esta selección de cinco películas. Todas ellas están disponibles en el catálogo de nuestra videoteca, a la que puedes acceder con tu membresía.
PELÍCULAS PARA VER CON LA SERIE SHŌGUN
1. CUENTOS DE LA LUNA PÁLIDA (1953)
Mencionamos que Shōgun se sitúa en el período Edo, a partir de los años 1600. Muchas películas japonesas de época, como veremos más adelante, se sitúan en el periodo anterior, el Sengoku. Esta no es la excepción, pero pocos hacían películas como Kenji Mizoguchi.
Basada en dos relatos del libro homónimo de 1776 escrito por Ueda Akinari, Cuentos de la luna pálida (más conocida por su título japonés, Ugetsu Monogatari) es la historia de Genjuro y Tobei, dos hombres que deciden vender ollas de cerámica para obtener algo de ganancias en tiempos de guerra, contra el consejo de un sabio. Uno de ellos sueña con riquezas, y el otro desea ser samurái, ambos a expensas de sus esposas.
Ugetsu monogatari combina el drama de época con una historia de fantasmas, algo inusual para su tiempo. Acorde a ello, Mizoguchi crea una atmósfera de misterio y fantasía en su película, que también se convierte en una parábola de la codicia, la ambición excesiva y la represión femenina. Todos ellos, temas también tratados en Shōgun.
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2. LOS SIETE SAMURÁIS (1954)
Son diversos los motivos por los que una serie como Shōgun no sería posible sin el legado de Akira Kurosawa en el cine, especialmente con Los siete samuráis (considerada, dicho sea de paso, una de las 100 mejores películas de la historia según la revista Sight & Sound). Si puedes ver un solo título en esta lista, recomendamos que sea este.
Protagonizada por Takashi Shimura, Toshirō Mifune (quien participó en la primera adaptación de Shōgun en los 80, por cierto) y otros grandes actores del cine japonés, la película fue vital para exportar al mundo una visión menos idealizada de los samuráis, sus guerras y su código, el bushidō, cuyos valores son centrales en la narrativa de la serie.
Los siete samuráis también se sitúa en el periodo Sengoku. Tener esto en mente enriquece el mundo de la serie, pues dicha etapa en la historia de Japón fue marcada por constantes y severas guerras civiles, pobreza y hambruna, que tuvieron fin con la organización política del período Edo.
3. SILENCIO (2016)
Uno de los conflictos en el trasfondo de Shōgun es entre los cristianos protestantes y los católicos. Estos últimos, en el contexto de la serie, han enviado misiones desde Portugal a varios rincones del mundo para esparcir su religión.
Silencio (Silence) de Martin Scorsese, se basa en la novela homónima de Shūsaku Endō y se sitúa mayormente en 1639. Dos sacerdotes católicos (Andrew Garfield y Adam Driver) llegan a Japón en busca de otro de su orden, Cristóvão Ferreira (Liam Neeson), quien parece haber renunciado a su fe a pesar de su dedicación a la iglesia en el pasado.
Esta película de Scorsese retrata la brutal persecución y represión de los japoneses convertidos al catolicismo a manos del shogunato de Tokugawa Ieyasu, quien es la base para el protagonista, Yoshii Toranaga (Hiroyuki Sanada), en la serie Shōgun. Tanto la serie como Silencio cuentan con la actuación de Tadanobu Asano.
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4. YOJIMBO (1961)
Otro de los clásicos más influyentes de Akira Kurosawa, pero que debe mencionarse para hablar del contexto histórico de Japón. Yojimbo (o Yōjinbō) es la historia de un rōnin (otra vez Toshirō Mifune), un guerrero errante sin amo ni lealtades, que llega a un pueblo donde dos jefes criminales se disputan el control. Dada su habilidad, ambos comienzan a competir para sumarlo a sus filas.
Yojimbo se sitúa en 1860, en los años finales del periodo Edo, que trajo bonanza cultural y económica. La película retrata la decadencia de este florecimiento, de los códigos de honor y de las tradiciones, representado en el personaje de Unosuke (Tatsuya Nakadai), quien prefiere recurrir a las armas de fuego occidentales para hacer su trabajo sucio, sin piedad.
5. ZATŌICHI (2003)
Zatōichi es uno de los personajes más famosos de la cultura popular japonesa. Creado por el novelista Kan Shimozawa en 1948, realmente fue inmortalizado por el actor Shintaro Katsu, quien lo interpretó en una de las series cinematográficas más longevas de Japón, entre 1962 y 1989. Se trata, en esencia, de las aventuras de un ciego que se gana la vida dando masajes y apostando, pero en secreto es un espadachín formidable.
El personaje ha sido revivido en varias ocasiones, pero la más notable es esta película dirigida y protagonizada por Takeshi Kitano, quien ganó el León de Plata del Festival de Venecia. La película sigue un tema similar a Yojimbo y también se sitúa en el declive del periodo Edo, pero es una alternativa más estilizada y orientada a la acción, si es que eso te faltó en Shōgun.