Hay que decirlo: una de las grandes razones por la que vamos al cine, es para soñar o escapar. Y pocas cosas en pantalla son mejores para lograr ese efecto que las películas románticas, que suelen encontrar su clímax narrativo en el momento en que dos pares de labios se encuentran. Al respecto del tema, aquí seleccionamos 7 besos icónicos del cine, aún sin igual en su impacto e influencia en las imágenes de la gran pantalla.
Son besos que, además, ilustran el poder que el amor tiene en el cine –y, por extensión, en nuestras vidas. Porque, a decir verdad, no todos ellos suceden en una película romántica, pero sí marcan momentos culminantes en obras a través de los más diversos géneros.
Los mejores besos en la historia del cine
1. Alas (1927)
La ganadora del primer Oscar a Mejor película en la historia del cine es notable por varias razones, entre ellas su increíble fotografía aérea para su tiempo: el Hollywood silente de los años 20. Sin embargo, una de sus escenas climáticas es, a la fecha, motivo de debate.
Alas (Wings) es la historia de dos hombres (Charles «Buddy» Rogers y Richard Arlen), quienes se enlistan para participar en la Primera Guerra Mundial como pilotos de combate. Al inicio, compiten por los afectos de una mujer, pero pronto se vuelven amigos. El final de la película podría sugerir que después son más que amigos. Es una película previa al Código Hays (que prohibía representar relaciones homosexuales en pantalla), y el posicionamiento del beso es motivo de polémica. Sin embargo, varios historiadores lo consideran el primer beso gay en una película de Hollywood.
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2. Casablanca (1942)
¿La película más romántica de la historia? A discusión, pero es indudable que tiene uno de los besos más icónicos del cine. Casablanca podrá ser propaganda disfrazada de película, pero es un excelente disfraz (y es una de las 100 mejores películas de la historia según la revista Sight & Sound, nada más).
Casablanca es la historia de dos amantes (Humphrey Bogart e Ingrid Bergman) separados por la invasión nazi a Francia. Ya entrados en la Segunda Guerra Mundial, vuelven a encontrarse en la ciudad titular: él mantiene un bar y ella ahora está casada con un líder de la resistencia (Paul Henreid).
El beso es tan intenso por lo que representa: a la vez, un momento de necesidad, reconciliación y posible infidelidad. Ella aún ama a su antiguo amante y confiesa que no quería dejarlo. Y él comienza a sopesar si tomará la decisión egoísta o sacrificará su felicidad por un bien mayor.
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3. De aquí a la eternidad (1953)
Otra película de guerra, otro de los besos icónicos del cine (y sí, qué relación tan trágica la del amor y la muerte). En De aquí a la eternidad (From Here to Eternity), el director Fred Zinnemann creó una de las imágenes más poderosas en un romance de la Segunda Guerra Mundial.
La historia trata de un grupo de soldados asignados a Hawái, en los meses previos al ataque a Pearl Harbor. Y para que haya tragedia, debe haber amor privado. La imagen, como bien dicen, vale más que mil palabras: Burt Lancaster y Deborah Kerr se besan apasionadamente en la playa.
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4. La dama y el vagabundo (1955)
Un beso tan icónico que tiene un efecto pavloviano: si tienes una cita en un restaurante italiano, inevitablemente pensarás en él. O harás bromas sobre él. O intentarás imitarlo (allá tú).
No hay mucho más que decir al respecto: podrán ser perros, pero los protagonistas de La dama y el vagabundo son, esencialmente, otra manifestación del amor imposible. Ella es de familia adinerada, él es un pobre vago, pero sólo se necesita un poco de pasta para juntarlos.
5. Diamantes para el desayuno (1961)
La escena arquetípica de la reconciliación climática, a tal grado que todo beso al final de una película se debe a él, ya sea entre Billy Crystal y Meg Ryan, o Ryan Gosling y Rachel McAdams.
La versión del beso bajo la lluvia de Diamantes para el desayuno (Breakfast at Tiffany’s) es superior, indiscutiblemente. Paul (George Peppard) está a punto de perder a Holly Golightly (Audrey Hepburn) para siempre, así que le confiesa su amor. Ella se resiste a ser puesta en una jaula pero, luego de pensarlo un momento, decide alcanzar a Paul bajo la lluvia. Una visión un tanto posesiva del amor, a decir verdad. Pero nada le gana al dramatismo de la escena.
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6. Ghost: el fantasma del amor (1990)
Si no había quedado claro hasta ahora, la comedia romántica hollywoodense derrama sacarina y cursilería, sin importar a qué época nos estemos refiriendo. Quizá (o a pesar) de ello, este cine industrial nos ha regalado algunos de los besos icónicos del cine a punta de ingenio.
Ghost: la sombra del amor es la historia de un hombre (Patrick Swayze) que es asesinado y que, desde el más allá, intenta salvar a su amada (Demi Moore) del mismo destino. Cumplido su cometido (spoiler para una película de hace más de 30 años), un milagro les permite verse y compartir un último beso, antes de que él se vaya para siempre a la otra vida.
7. El hombre araña (2002)
Hubo algo de burlas al director español Pedro Almodóvar cuando comentó que a las películas de superhéroes les falta sexo. “Los héroes están castrados”, dijo. Y no es que la expectativa sea que las películas de Marvel estén llenas de escenas sexuales, pero sí es verdad que carecen de pasión.
A decir verdad, y a reserva de ópticas sobre adaptar a Spider-Man al cine, esto es algo que la versión de Sam Raimi puede presumir sobre las demás. Hay pasión, deseo, añoranza, un verdadero sentido del romance que otras versiones, higiénicas en exceso, no tienen. Es otro beso bajo la lluvia, sí. Pero este dice montones sobre las frustraciones de la doble vida que Peter Parker (Tobey Maguire) debe llevar para proteger a su amada Mary Jane (Kirsten Dunst).
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