El documental La mujer de estrellas y montañas –que llegó a la cartelera del Film Club Café a finales de abril y que se proyectará varios días de mayo– cuenta una historia tan poderosa como indignante: la vida de la rarámuri Rita Patiño, y el serio caso de discriminación que sufrió cuando un día, por accidente, su larga caminata la llevó de su natal Chihuahua hasta Kansas, donde fue injustamente ingresada y mantenida en un psiquiátrico por más de una década.
Dirigida por Santiago Esteinou (Los años de Fierro, documental nominado al Ariel), esta película mira hacia el pasado y lo reconstruye para explorar sus consecuencias en el futuro. ¿Quién fue Rita, cómo llegó hasta Kansas y cuáles son las condiciones sociales que permitieron su sometimiento?
A continuación, te contamos más sobre el documental para que vengas a verlo al Film.
RAZONES PARA VER LA MUJER DE ESTRELLAS Y MONTAÑAS
1. VISIBILIZA A PUEBLOS Y LENGUAS INDÍGENAS (Y NUESTRA IGNORANCIA SOBRE ELLOS)
Rita Patiño perteneció al pueblo rarámuri –cuyo nombre proviene de las raíces “rara”: pie y “muri”: correr. Su costumbre era, claro, correr y emprender largas caminatas. Excepto que un fatídico día de 1983, su caminata la llevó más lejos de lo que creía, y acabó atravesando ríos y montañas desde su natal Cañón de Urique hasta Kansas, en los Estados Unidos.
Cansada y asustada, fue localizada por autoridades locales en una iglesia de Kansas. Incapaces de comunicarse con ella sin un intérprete, fue simplemente diagnosticada como esquizofrénica e ingresada en una institución psiquiátrica. Ahí permanecería durante 12 años, inadecuadamente medicada, incomunicada y privada de su libertad.
“Hubo un desconocimiento total de la cultura de la que provenía Rita”, expresó Esteinou en entrevista con el sitio de noticias de la ONU. “Los derechos lingüísticos, y en particular los de las personas con lenguas indígenas, están estrechamente ligados con los derechos humanos”, añadió el cineasta.
La ONU destaca que la invisibilización de lenguas originarias ante la proliferación de idiomas dominantes (como el español o el inglés), contribuye a mermar el acceso de millones de personas en el mundo a derechos básicos, como la justicia. Es uno de los temas sobre los que La mujer de estrellas y montañas busca hacer conciencia.
2. LA FICCIÓN EN LA REALIDAD
Habrás notado que escribimos sobre Rita Patiño en tiempo pasado. Lamentablemente, ella falleció en 2018, lo que fue un problema para la producción. Esteinou cuenta a Revista Encuadres que no habían recopilado suficiente material con ella ante la cámara.
Es por ello que, en ciertas secuencias que ficcionan el viaje y reconstruyen el pasado de Rita, ella es interpretada por la actriz y cineasta Ángeles Cruz (Nudo mixteco).
“Esos fragmentos ficcionales son la esencia en el largometraje porque dan la idea de cómo esta amante del yúmari (rituales de danza y canto) viajó casi sin ser detectada, durmiendo en la salvaje intemperie del desierto, cubierta sólo con una cobija de cosmovisión que quizá le dio invisibilidad”, escribe Juan José Olivares para La Jornada.
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3. PORQUE ES UNA HISTORIA DE AMOR, DIGNIDAD Y LIBERTAD, A PESAR DE TODO
La mujer de estrellas y montañas no sólo narra el sufrimiento de Rita, sino lo que vino después. Eventualmente, aunque con secuelas por la medicación inadecuada y el confinamiento, pudo regresar a la Sierra Tarahumara, donde vivió bajo el cuidado de su sobrina, Juanita. Ella también es protagonista de esta historia, pues brindó amor y cuidado a una vida donde no siempre los hubo.
Rita se fue exiliada de su comunidad, huyendo de prejuicios, estigmas y misoginia. La de Juanita es una historia similar. Sin embargo, juntas, lograron encontrar algo de paz y libertad.
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