Incluso entre los fanáticos del cine de terror, existen subgéneros que pueden considerarse un tanto extremos por sus intereses temáticos y estéticos. El cine gore, por sus representaciones explícitas –y a veces, estilizadas hasta la exageración– es uno de ellos. Y el tema es pertinente, dada la inminente llegada de Terrifier 3 a nuestra cartelera de estrenos.
Si has escuchado el término alguna vez, seguramente imaginarás que estas producciones no son para estómagos sensibles. Pero si no es tu caso, y estás dispuesto a adentrarte en este mundo tan repleto de sangre y tripas como de diversión, en Film Club Café te explicaremos a continuación lo que debes saber sobre este subgénero del terror, y algunas películas para conocer más.
¿QUÉ ES EL CINE GORE?
Aunque el término más común es cine gore, es un término alterno el que puede darnos una idea de qué esperar: también se le llama cine splatter, que en inglés significa “salpicadura” o “batidillo”.
Si bien la violencia es común en otras ramas del terror, lo que define al gore es la fascinación –a menudo autoconsciente– por la violencia en sí misma. En otras variantes del género, incluso emparentadas de forma cercana como el slasher, el miedo es hacia lo desconocido, lo sobrenatural, la oscuridad, lo que puede prestarse a ciertos tipos de belleza. En el gore o splatter, el miedo es hacia la destrucción física del propio ser, la fragilidad del cuerpo humano, donde lo bello no tiene lugar. Lo único que queda es el asco y la repulsión.
Estas películas, pues, se regodean en hacer de la violencia física por sí misma el espectáculo, desde una visión puramente explotadora. Piensa menos en densidad dramática, y más en mutilaciones, amputaciones y sesos embarrados en la pared.
Los presupuestos de producción suelen repartirse bajo esta misma lógica en estas películas: los efectos especiales son la estrella del show, y la vía para hacernos incómodamente conscientes de las delgadísimas líneas que separan tanto a la vida y la muerte, como a la moralidad y la barbarie.
PELÍCULAS PARA ENTRARLE AL CINE GORE (ADEMÁS DE TERRIFIER)
1. BLOOD FEAST (1963)
A menudo llamado “El Padrino del Gore”, Herschell Gordon Lewis es un punto de partida esencial para hablar del cine gore. Y en ese caso, hay que comenzar por el principio, con la que se considera el primer exponente del subgénero.
Blood Feast sigue a un proveedor egipcio de comida obsesionado con ofrecer sacrificios para resucitar a una diosa antigua. ¿Cómo? Mutilando a varias mujeres de los suburbios para usar partes de sus cuerpos, mientras ineptos agentes de policía intentan resolver los crímenes.
Si te interesa verla, puedes conseguir Blood Feast en DVD.
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2. MUERTOS VIVOS (1992)
Antes de convertirse en uno de los gigantes del cine comercial con su trilogía de El señor de los anillos (2001-2003), Peter Jackson hacía pequeñas pero asquerosas películas en Nueva Zelanda. Su tercer largometraje, Muertos vivos (también llamada Braindead o Dead Alive), como director es considerado como uno de los más sangrientos de la historia.
Se trata, quizá, del epítome de un nicho conocido como splatstick, combinación de los términos splatter y slapstick, un tipo de comedia física exagerada pero inocua. En ella, un híbrido de rata y mono es contrabandeado fuera de la Isla Calavera (sí, la misma de King Kong), y llega a Wellington, Nueva Zelanda. Años más tarde, muerde a la dominante madre de un joven hombre, desatando una epidemia de infecciones zombis que conduce a una oleada de sangre y tripas, animales devorados, copulaciones entre no-muertos y otras asquerosidades que Jackson explota con un macabro sentido del humor.
Puedes conseguir Muertos vivos como Braindead en Blu-ray.
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3. RESURRECCIÓN SATÁNICA (1985)
Mejor conocida por su más adecuado título original, Re-Animator, Resurrección satánica toma la premisa de un cuento de H.P. Lovecraft, temática y estilísticamente oscuro, y corre con ella para crear una de las mejores –y más irónicas– propuestas del cine gore no sólo de los 80, sino de la historia.
La trama, tal como el cuento, sigue a un narcisista y amoral estudiante de medicina que inventa un suero capaz de reanimar a los muertos, efectivamente creando zombis. El problema es que los sujetos resucitados se vuelven violentos e incontenibles, lo que desata una violenta carnicería y una trama por reclamar la autoría sobre la invención.
Resurrección satánica, o Re-Animator, está disponible en Blu-ray.
4. LA SAGA DE TERRIFIER (2016-)
Aunque no podríamos hablar exactamente de una sequía de sangre y tripas en pantallas en los últimos años, el cine gore ha gozado de un nuevo auge de popularidad comercial gracias a la saga de Terrifier, del director Damien Leone, que ya va para su tercera entrega en largometraje y que promete, por lo menos, una cuarta.
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Estas son películas protagonizadas por el Payaso Art, que Leone originó para su cortometraje The 9th Circle (2008), compilado con otros en el largometraje All Hallow’s Eve (2013), también conocido como Terrifier: El inicio. Sus tramas son tan básicas como ínfimos son sus recursos (las primeras dos entregas juntas no suman ni 350 mil dólares de presupuesto, y sólo la tercera ascendió a dos millones de dólares). El payaso asesino anda suelto, y sus incautas víctimas (mujeres, casi todas) deben luchar por sobrevivir a su maldad bestial.
Terrifier ha causado furor por la creatividad y brutalidad de sus secuencias de violencia, tan extremas como la superficialidad de sus historias (sobre todo de la primera entrega). Sin embargo, a partir de la segunda parte, Leone ha brindado matices más interesantes a la saga de su payaso siniestro, convirtiéndola en una lucha entre el bien y el mal. Con la tercera, el escenario ya no será la noche de Halloween, sino la víspera de Navidad.
