Si has venido al Film Club Café (y si no, aquí te decimos cómo llegar, porque ya te tardaste), habrás notado que no solamente tenemos funciones de cine y conciertos: también tenemos una vasta videoteca de películas en formatos físicos, Blu-ray y DVD. ¿Anticuado? Puede ser. Pero, la verdad, los preferimos por sus ventajas, que son varias. Sí, somos muy fans.
Quizá te dé curiosidad, o pienses que somos unos raros, o locos. O quizá eres uno de esos locos. En todo caso, te compartimos a continuación algunas razones por las que preferimos tener películas en DVD y Blu-ray.
Y recuerda que, si tienes membresía en el Film, puedes rentar las más de tres mil películas en nuestro catálogo.
5 razones por las que preferimos las películas en DVD y Blu-ray
1. El streaming no es perfecto
Lo entendemos y lo admitimos: las plataformas de streaming como Netflix, MUBI y similares son muy convenientes. Pagas una cuota (relativamente accesible, aunque creciente en últimos años) y tienes acceso a miles de títulos bajo demanda, sin ocupar espacio en tu casa.
Pero obviando el hecho de que sus catálogos son, paradójicamente, muy limitados (más adelante explicaremos a qué nos referimos), el streaming tiene serias desventajas. De entrada, estás a expensas de una conexión a internet. Claro, puedes descargar algunas cosas. Pero si tu conexión es inestable, la imagen de reproducción disminuirá para compensarlo. O peor: la transmisión puede interrumpirse por completo.
Esa es una de las grandes ventajas de las películas en DVD y Blu-ray: a menos que tu disco o reproductor se dañen, la reproducción y calidad de imagen permanecerán inmaculadas.
2. Las películas son tuyas para siempre (o casi)
La segunda gran desventaja de las plataformas es una que seguramente has experimentado: te enteras de que una película que quieres ver está en streaming. Por alguna razón lo pospones y, cuando finalmente quieres verla, ya no está en el catálogo.
Si bien te va, se habrá mudado al catálogo de otro servicio. Pero si no, es posible que ninguna otra plataforma la tenga en su repertorio, condenada a ser inaccesible para el espectador común. Esto sucede porque los derechos de transmisión son negociados entre los titulares y las plataformas, y siempre tienen un plazo que puede ser renovado (o no).
Así, esta es otra de las grandes ventajas de las películas en DVD y Blu-ray. ¿Quieres ver tu película favorita? No hay razón para preocuparse por su disponibilidad online, pues la copia es tuya para siempre… o casi (la realidad es que nada es para siempre, aunque los soportes físicos pueden durar bastantes años). Quizá pagaste más por ella que por tu mensualidad de streaming, pero nada le gana a la seguridad de poder verla cuando quieras.
3. No hay todo tipo de cine en streaming
Seamos honestos: si visitas Film Club Café (u otros cines independientes), es porque estás interesado en películas diferentes a las que ofrecen las grandes cadenas o las plataformas rutinariamente. Cine de arte, de autor y de culto, clásico y contemporáneo, que no tiene cabida en las carteleras comerciales. Quizá la única excepción es MUBI, que también tiene sus límites.
Porque hay que decirlo, la lógica de Netflix, Cinépolis y similares es el negocio. Y no podemos culparlos por ello: hacer, distribuir y exhibir películas cuesta dinero. Pero en estos negocios, el legado histórico y artístico del cine y sus grandes autores suele quedar de lado, a menos que haya una ganancia potencial de por medio.
Otra de las ventajas de las películas en DVD y Blu-ray es que te permiten acceder a ese cine. Existen organismos como The Film Foundation (y su World Cinema Project) y compañías como The Criterion Collection o Cohen Media Group (entre muchas otras) que preservan, restauran y divulgan clásicos fundamentales en la historia del cine en formatos físicos, manteniéndolos accesibles al público. Pueden ser costosos, sí, pero lo valen.
Además, estas ediciones físicas suelen venir con valiosos extras: entrevistas, ensayos, documentales complementarios. Si te tomas la apreciación del cine con seriedad o te apasiona conocer más sobre las películas que te mueven, estas ediciones hacen de sobra para justificar su costo.
4. La verdad, son muy bonitas… y existen
Se dice de los libros, y también es cierto de las películas: nada le gana a tenerla en tus manos, físicamente. Y en un primer momento, esto puede traducirse en cosas tan banales como el tacto, el olor o hasta en mera nostalgia y en la vanidad de coleccionarlas hasta que las repisas se desborden (¿acaso han visto lo que Criterion hace con sus lanzamientos? Son obras de arte).
Pero como bien expresa el filósofo Byung-Chul Han en su ensayo No-cosas, nuestro mundo parece vaciarse de cosas físicas, reemplazadas por mera “información”, masiva pero intangible. Datos infinitos, sin significado, sustituyen a lo personal y lo tangible. El puro préstamo de una película en DVD o Blu-ray suele venir acompañado del comentario.
Es compartir la cultura. Recordemos: perder la materialidad es perder una estabilidad, una certeza de que algo existe. Y perder eso es perder un poco de humanidad, lo que nos lleva al último punto.
5. Custodiar la historia del cine
Si nos ponemos todavía más existenciales por un minuto, podríamos afirmar que las copias físicas de una película, en el formato que sea, pueden ser la diferencia entre preservarlas en la historia o que se pierdan en el tiempo. Mucho se habla del tema entre el público común y los grandes cineastas.
Pero vamos a parafrasear a San Memito del Toro: si posees una copia de una gran película, “eres custodio de esas películas para las futuras generaciones”. De todas las ventajas de las películas en DVD y Blu-ray, ésta es la más importante.
Porque si algo nos demuestra la historia del cine, es que se necesita muy poco para que una película se pierda para siempre. Un clásico fundamental como lo es La pasión de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer, aún existe de milagro: el negativo original se quemó en un incendio en los estudios UFA de Berlín, poco después de su estreno en 1928. Tales eventos son más comunes de lo que deberían. Aquí en México también nos sucedió.
Y a veces, las pérdidas son incalculables. Al mismo tiempo, películas enteras han sido salvadas o restauradas de los formatos más improbables, desde Súper 8 hasta VHS. Si crees que una película es valiosa, comprarla en Blu-Ray y DVD no es sólo una inversión para ti. Puede serlo para la historia del cine.