A veces, y con contadas excepciones, la cinematografía mexicana parece encasillada en dos territorios: el cine de ficción de carácter social, y el documental. Ambos son de incuestionable importancia, pero no culparíamos a nadie por preguntarse si no somos capaces de narrar otro tipo de historias. Corina, largometraje debut de Urzula Barba Hopfner que llega a nuestra cartelera de estrenos, es uno de los contados ejemplos de que sí es posible. Se trata de una feel good movie en todo el sentido del gastado anglicismo.
Que no te engañen el hecho de que es comedia o el cuestionable póster para su estreno comercial (al final, hay que vender). Está lejos de ser otra película pinchísima con Omar Chaparro.
A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre ella para que te animes a venir a verla en la sala de Film Club Café.
TODO SOBRE EL ESTRENO DE CORINA EN FILM CLUB CAFÉ
¿DE QUÉ SE TRATA?
De acuerdo a la sinopsis oficial de la distribuidora, Cinépolis Distribución:
“Corina desde hace 20 años que no sale de su casa más que para trabajar en una editorial que se encuentra en la colonia donde vive. Después de cometer un grave error con el final de la saga de libros más afamada de la empresa, Corina deberá vencer sus miedos con ayuda de Carlos y emprender un viaje en búsqueda de una misteriosa escritora para salvar su trabajo y el de sus compañeros.”
¿CUÁNDO SE ESTRENA?
Corina se estrena en Film Club Café el 12 de enero. Tendremos funciones hasta finales de mes.
Consulta funciones y boletos aquí.
SUS INFLUENCIAS
En una cinematografía nacional marcada por los largometrajes debut de puros chilangos, Corina fue uno de los más notables del año (más al respecto, en breve). Además de ser una comedia con evidentes toques de excentricidad estética y narrativa, la película destaca por su directora, la tapatía Urzula Barba Hopfner. Aunque tiene dos cortometrajes en su haber (Quiero de 2017 y Camila de 2018), la cineasta ha estado más cercana al montaje. En dicha faceta, trabajó en producciones como El hoyo en la cerca (2021) de Joaquín del Paso, y El grosor del polvo (2022), de Jonathan Hernández.
La producción, dicho sea de paso, fue realizada en Guadalajara, otro punto que la distingue de un cine mexicano que a veces no ve más allá de la Ciudad de México.
La directora y guionista, quien se define como una “pintora frustrada” (vía Cine Premiere) expuso que, además de imbuir el libreto con algo de su experiencia personal, cuenta entre sus influencias al cine de Wes Anderson y de Michel Gondry, así como el clásico francés Amélie (2001), de Jean-Pierre Jeunet. Su narrativa, de hecho, es contemporánea con esta última, pues se desarrolla alrededor de los 90 y los 2000.
- Te puede interesar: Directoras mexicanas contemporáneas que debes conocer
CORINA TUVO ÉXITO EN FESTIVALES
La película de Urzula Barba Hopfner pasó, prácticamente, por todos los festivales de cine más importantes en México durante 2024, cosechando varios premios y una cálida respuesta del público. Comenzó su recorrido por el Festival de Guadalajara, donde obtuvo el premio a Mejor largometraje jalisciense.
Después llegó al Festival Internacional de Cine en Guanajuato, donde se llevó el Premio de la prensa. Terminó su recorrido nacional como parte de la selección oficial de los festivales de Morelia y Los Cabos.
¿QUÉ DICE LA CRÍTICA?
En general, la respuesta hacia Corina ha sido muy positiva por parte de la prensa y crítica especializada mexicana.
En Letras Libres, el crítico Ernesto Diezmartínez escribió desde el Festival de Guanajuato: “Un amable coming of age femenino que deja al espectador con la sonrisa en los labios”.
Desde el Festival de Morelia, Valentina Ramírez Gómez escribió lo siguiente para el sitio feminista Girls At Films: “Como película, Corina es muchas cosas, pero más que nada, es una invitación al optimismo que se esconde en los pequeños actos de valentía”.
Para el sitio ZoomF7, Lety Arredondo comenta: “es una comfort movie en la que hay corazón y verdad, que no ignora la vulnerabilidad humana”.
El crítico Lalo Ortega, miembro de la comunidad del Film y editor de este blog, fue un poco menos entusiasta. En su texto para La Estatuilla, señala: “es un simpático coming-of-age que da demasiadas vueltas a la cuadra para llegar a la moraleja sobre perder el miedo a la vida”.
