Mi vecino Totoro fue la tercera película de Studio Ghibli. La película sirve como una carta de amor al Japón rural, mostrando paisajes exuberantes y casas tradicionales japonesas, todas representadas con gran atención al detalle. Los dibujos son tan atemporales como el propio Totoro, cuya popularidad lo ha convertido en un icono para las infancias del Japón contemporáneo.