'Un trabajo en serio': 4 razones para ver la película francesa en el Film

‘Un trabajo en serio’: 4 razones para ver la película francesa en el Film

Uno de los estrenos más llamativos en la cartelera del Film durante agosto es la producción francesa Un trabajo en serio (Un Métier Sérieux). La película, que formó parte del Tour de Cine Francés de 2023, es el regreso del cineasta Thomas Lilti, cuya filmografía como director –conformada por títulos como Primer año e Hipócrates: el valor de una promesa– le es muy cercana en lo personal.

La película ha sido notable por presentar una reflexión social sobre el sistema de educación pública de Francia, con los problemas que conlleva su precariedad y burocracia para los estudiantes , sobre todo, para sus trabajadores: los maestros.

¿DE QUÉ SE TRATA UN TRABAJO EN SERIO?

Checa la sinopsis oficial de la distribuidora, Nueva Era Films:

“Benjamin es un estudiante que después de fracasar en la carrera de medicina, y a pesar de su falta de experiencia, acepta un trabajo como profesor de matemáticas en un colegio de los suburbios parisinos. Sin haber recibido formación alguna, descubre las dificultades y los beneficios de ser maestro en una escuela secundaria en donde conocerá a un grupo de estudiantes y de colegas con los que formará lazos estrechos y que cambiarán su visión sobre dicha profesión”.

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RAZONES PARA VER UN TRABAJO EN SERIO EN EL FILM

1. EL DIRECTOR (QUE TAMBIÉN ES DOCTOR)

Una de las peculiaridades que debes saber sobre el director, Thomas Lilti, es que además de ser cineasta, es médico general. Una muy inusual combinación de profesiones que, sin embargo, le ha servido como una perspectiva singular para sus películas.

Sus trabajos más conocidos tienen que ver, de una forma u otra, con el mundo de la medicina. En Hipócrates: el valor de una promesa (2014), por ejemplo, sigue a un joven médico que entra como residente y trabajará junto a su padre (la película fue adaptada a serie años después). Un amigo irremplazable (2016) trata sobre un abnegado médico de una zona rural de Francia. Primer año (2018) es la historia de dos amigos ante el complicado desafío de aprobar los exámenes de ingreso a la facultad de medicina.

Para Un trabajo en serio, Lilti toma un ángulo diferente, pero igualmente personal. La trama sigue, una vez más, a un estudiante del doctorado (Vincent Lacoste) que, fracasado y con pocas perspectivas para el futuro, decide aceptar un empleo como profesor de matemáticas para preparatoria. El vínculo con la medicina es más distante, pero sí hay una cercanía con la profesión docente.

“Yo soy médico y mi padre también, pero mi madre, mis hermanos, mis tíos y mis abuelos se han dedicado a la enseñanza”, explicó Lilti en la conferencia de prensa para presentar la película en el Festival de San Sebastián, en 2023. Y, después de todo, su objetivo sigue siendo acercarse a las profesiones de servicio público, como veremos a continuación.

2. EXPONE LOS PROBLEMAS DE UN PRECARIO SISTEMA DE EDUCACIÓN

Podríamos estar tentados a pensar que la educación pública lo tiene todo resuelto en países europeos como Francia. Y probablemente estaríamos equivocados o, por lo menos, idealizando un asunto por demás complicado.

“Me interesaba entender, a través de la ficción, a esos hombres y mujeres que se comprometen en oficios públicos, no mercantiles, como los cuidadores y ahora los profesores, oficios desvalorizados y mal considerados, entender a esas personas que aún buscan un sentido y se comprometen”, expresó el director.

Un trabajo en serio
Un trabajo en serio se adentra en el sistema educativo de Francia (Crédito: Nueva Era Films)

Con un tono de sutil comedia, pero sin caer nunca en la caricatura, Un trabajo en serio expone las expectativas, retos y desilusiones a las que se enfrentan los profesionales de la docencia, donde los grupos son grandes, los alumnos pueden ser indisciplinados, la burocracia entorpece las cosas y los salarios motivan poco. A pesar de todo, los profesores encuentran apoyo entre ellos mismos.

3. UN ELENCO CORAL DE ESTRELLAS FRANCESAS

Uno de los grandes atractivos de Un trabajo en serio es su elenco –por lo menos para los aficionados al cine francés– es su elenco, que incluye a varias de las grandes estrellas del país galo, fuera de Juliette Binoche y Vincent Lacoste. Varios de los artistas vistos aquí, además, han colaborado con el director Thomas Lilti en al menos una ocasión previa.

El protagonista es Vincent Lacoste, quien ha trabajado tanto en Hipócrates como en Primer año, y que ha aparecido en prácticamente todo lo que el cine francés ha ofrecido en la última década: Victoria y el sexo, Vivir deprisa, amar despacio y Las ilusiones perdidas, entre varias otras.

Un trabajo en serio (Un Métier Sérieux)
Adèle Exachopoulos, Vincent Lacoste, Louise Bourgoin y William Lebghil en Un trabajo en serio (Crédito: Nueva Era Films)

Además, actúan Louise Bourgoin (de la versión serializada de Hipócrates), William Lebghil (Primer año) y François Cluzet (Un amigo irremplazable), a quien seguramente reconoces por la ya clásica Amigos (2011).

El elenco de Un trabajo en serio es completado por Adèle Exarchopoulos, al día de hoy una de las grandes estrellas del cine francés, además de una de sus más requeridas. En el último par de años, la habrás visto en Bienvenidos a bordo (2021), Los cinco diablos (2022), Pasajes y Criaturas asombrosas (2023).

4. ¿QUÉ DICE LA CRÍTICA?

En términos generales, Un trabajo en serio ha tenido una respuesta favorable por parte de la crítica especializada.

Para Cineuropa, el crítico Fabien Lemercier escribe: “Thomas Lilti soluciona la ecuación de inteligente reflexión social y comedia humana con una cinta coral sobre los profesores, divertida, instructiva y conmovedora».

En El País, Javier Ocaña comenta: “Las interpretaciones (…) más el añadido de Adèle Exarchopoulos (…) lo confirman como uno de los mejores exponentes de lo que puede hacer el cine por la estimación y la promoción del mejor sistema público”.

En Cinemanía, Paula Arantzazu Ruiz dice: “(…) una dramedia que funciona con solvencia gracias a la buena labor del reparto y las habilidades de su director”.

Y para La Vanguardia, Philipp Engel: «La química entre Adèle Exarchopoulos y Vincent Lacoste es lo que da mayor entidad a una película coral tan humana como previsible, perfecta para armar un debate sobre cómo gestionar la disciplina en las aulas”.

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