Uno de los mejores estrenos en nuestra cartelera de cine durante julio es, sin duda, el documental Yūrei (fantasmas). Seleccionado en el FICUNAM 2024 y en el Festival de Morelia (FICM) 2023, en realidad se aleja de las convenciones formales del documental, apostando por la contemplación para abordar un sujeto que resulta fascinante por lo poco que se conoce.
El documental, dirigido por Sumie García Hirata, es una interesante convergencia audiovisual de imágenes contemplativas –casi oníricas–, testimonios personales, teatro Noh, la danza Butoh y arte digital como vía de inmersión en las historias de los descendientes de inmigrantes japoneses en México, comunidad conocida como nikkei (日系, palabra que se refiere a personas que descienden de japoneses, pero que no lo son en sí mismas).
¿DE QUÉ TRATA YŪREI (FANTASMAS)?
Checa la sinopsis oficial de Pimienta Films:
“La historia velada de los mexicanos japoneses y el impacto perdurable del silencio histórico en sus descendientes se retrata a través de testimonios íntimos y una exploración del paisaje y coreografía; cuestionando la formación y teatralidad de la identidad individual y colectiva. Cuando todo lo que queda de la historia son recuerdos vagos, ¿cómo se curan las heridas invisibles?”
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RAZONES PARA VER YŪREI (FANTASMAS)
1. UNA HISTORIA QUE ENTRELAZA A JAPÓN Y MÉXICO
México podrá ser un país con influencia de una amplia variedad de culturas inmigrantes. Sin embargo, no siempre son visibles a simple vista del tejido social, y en algunos casos, mucho menos se habla de ella. Tal es el caso de la significativa inmigración japonesa que ha llegado a nuestro país en varias oleadas durante más de un siglo.
Es una historia que se conoce y se ha documentado poco, pero en la que se entrelazan lo japonés y lo mexicano para dar lugar a una identidad nueva. A través de una estructura episódica, viajando a lugares como Temixco, Perote y la Ciudad de México, Sumie García Hirata explora espacios que evocan el silencio histórico de estas comunidades de inmigrantes, cuyas experiencias han sido tan esperanzadoras como dolorosas.
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La propia directora expresa:
“Yūrei es una exploración de las influencias que el paisaje, el tiempo y los secretos tienen sobre nuestras identidades personales y colectivas. La película explora los efectos ineludibles del pasado en los descendientes de esta migración poco conocida”.
Y añade: “Este documental forma una intersección particular en la que las memorias de los otros se entrelazan con mis exploraciones personales, en una sola narrativa bañada en nostalgia, buscando a pesar del olvido los fantasmas que forman nuestra identidad”.
LA DIRECTORA, SUMIE GARCÍA HIRATA
Ella misma descendiente de inmigrantes japoneses en México, Sumie García Hirata es, además de cineasta, artista visual. Además del cortometraje Relato familiar (nominado al Ariel y premiado en Morelia), la obra de García ha abarcado la intervención de fotografías y videos.
Su trabajo ha sido exhibido en espacios como Salón ACME, Zona MACO y Ammann Gallery en Londres, donde presentó la muestra en solitario A Different Landscape. Puedes conocer más sobre su trabajo en su Vimeo y en su sitio oficial.
Es importante tener este trasfondo en cuenta, pues se nota en Yūrei (fantasmas). En su obra, García busca explorar temas como la memoria y la identidad, a través de las cicatrices del paso del tiempo en los paisajes, tanto urbanos como naturales. La contemplación en su cine despierta preguntas sobre la impermanencia, sobre las vidas que ya no están en los espacios que habitaron, y sobre el olvido al que han sido condenadas.
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Sin embargo, lo llamativo de Yūrei (fantasmas) es la multiplicidad de formas artísticas que convergen en ella, desde el propio cine hasta las artes plásticas y, sobre todo, las artes performativas tradicionales japonesas. En entrevista con Girls at Films, Sumie García Hirata habla sobre esta mezcla:
“(…) usamos como referencia el cine de [Yasujirō] Ozu, poner la cámara muy cerca del piso para tener los cielos muy grandes y el punto de vista bajo, que también le da una sensación de lo teatral. Muchos de los cuadros son muy planos y esa era parte de la idea, que aludiera a lo teatral. El teatro y la danza japonesa, desde lo clásico pero también moviéndose hacia algo más interpretativo y personal. En el final de la película su formato se deschonga un poco, digamos. Empezamos muy formales en el formato documental, en esta danza Noh que es como muy rígida, y la película va transitando hacia el capítulo de la Ciudad de México que yo lo considero una exploración más íntima mía. Asimismo la danza se vuelve una cosa más personal”.
¿QUÉ DICE LA CRÍTICA SOBRE YŪREI (FANTASMAS)?
La película ha tenido un excelente recibimiento en el circuito de festivales de cine. La mayor parte de la crítica especializada pudo verla en el marco del FICUNAM 2024 y del FICM 2023, y esto fue lo que dijeron:
Para Letras Libres, el crítico Ernesto Diezmartínez comentó: “Yūrei (fantasmas) nos transmite la añoranza por un tiempo no vivido pero transmitido de generación en generación, así como la difícil construcción a contracorriente de una identidad propia, ya no japonesa pero tampoco enteramente mexicana. Nikkei, pues. Con todo orgullo, mirando hacia el futuro, pero sin olvidar el pasado. Uno de los mejores documentales mexicanos que he visto en el año.
En Girls at Films, Daniela García Juárez escribe: “Quizá se trata de un sentir heredado, producto del abandono de la tierra natal; o quizá es la incertidumbre que brindan los fantasmas invisibles. Con Yūrei, Sumie Garcia juega a ilustrar dichos fantasmas. A través del ejercicio documental, que es una búsqueda de trozos de la verdad que al final alejan más la verdad como un todo, la directora inmortaliza las preguntas, las dudas y la falta. Como un pintor que desdobla un sentir profundo y ofuscado en trazos abstractos que, sin embargo, lo explican todo, la cineasta crea un mundo audiovisual a partir de aquello que no tiene respuesta”.
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En su crítica para Cinegarage, Erick Estrada dice: “La historia velada de los mexicanos japoneses y el impacto perdurable del silencio histórico en sus descendientes se retrata a través de una exploración espacial y coreográfica, cuestionando la formación y teatralidad de la identidad individual y colectiva”.
Para CineNT, Irving Torres concluye: “Es innegable el interés de la directora por seguir el camino de romper las reglas del documental formal y académico al llevarle por derroteros propios del videoarte, sumando esa libertad creativa a una minuciosa búsqueda de imágenes que van vistiendo el trabajo de forma clara, metafórica por momentos, con momentos coloridos, llenos de vida, de agua y sol”.
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